La construcción sostenible en Mendoza

Construir de manera amable con el medio ambiente demanda una serie de factores y actores dispuestos para potenciar los recursos naturales y energéticos en este sector. Una tendencia mundial que demanda conciencia social y Mendoza no logra estar en la vanguardia.

En mayo se realizaron las Jornadas Internacionales de Construcción Sostenible en Mendoza, un espacio de reflexión sobre la situación de la provincia en el espectro de la planificación edilicia a futuro. Cabe destacar que la construcción sostenible tiene por objetivo minimizar todos los impactos ambientales que se generan en todo el ciclo de vida de la construcción, abarcando factores tales como un uso eficiente de la energía y el agua, utilización de materiales de construcción y recursos naturales no perjudiciales para el medio ambiente, una adecuada gestión de los residuos, el uso de energías renovables, todo ello con el único objetivo de lograr que la edificación sea lo más sostenible posible y por tanto con menor impacto ambiental. “La meta de la construcción sostenible es lograr edificios eficientes y respetuosos con el medio ambiente, pero al mismo tiempo garantizando la rentabilidad económica del proyecto” explica el arquitecto experto en construcción sostenible Leandro Marengo quien afirma que Mendoza no está a la vanguardia en esta temática: “No han conciencia en la sociedad mendocina sobre la construcción sustentable”. 

La construcción sostenible tiene por objetivo minimizar todos los impactos ambientales que se generan en todo el ciclo de vida de la construcción.

Frente a la crisis climática y al aumento constante de la temperatura, el ser humano debe avanzar hacia ciudades sostenibles. Sin embargo, es prioritario que se cambie la forma de construir. No se trata solo de cuestiones económicas, sino de voluntad de cambio. Investigadores del Conicet expusieron sobre la eficiencia energética en proyectos constructivos, incluidos sus materiales. “Las intervenciones que realizaron fueron una prueba de que no se necesitan grandes inversiones para lograr un cambio en cuanto a la eficiencia energética, sino que lo imprescindible es analizar en detalle todos los componentes de una obra antes de tomar las decisiones” manifestó Érica Correa del Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía (Inahe) del CCT Conicet Mendoza, en las Jornadas Internacionales de Construcción Sostenible en Mendoza.

La construcción sostenible se basa en un nuevo modelo de edificación en el que se consideran los impactos ambientales relacionados con todo el proceso de construcción del edificio, que engloba desde la fase de diseño y proyecto, a la fase de construcción, uso del edificio y hasta la posterior demolición y gestión de los residuos. “Para llevar a cabo una construcción sostenible es clave la realización del análisis de ciclo de vida, (desde el proyecto arquitectónico hasta fin de su vida útil), y la utilización de herramientas clave para cuantificar el impacto como la huella de carbono” explica el arquitecto Leandro Marengo.

Construir de manera amable con el medio ambiente demanda una serie de factores y actores dispuestos para potenciar los recursos naturales y energéticos en este sector.

La construcción sostenible implica un cambio radical en la mentalidad del sector. “Hasta ahora las prácticas constructivas implantadas estaban guiadas por criterios puramente económicos y a corto plazo. Con la llegada de la economía circular y la sostenibilidad a nuestra cultura, propiciada por la urgencia de impactos ambientales se hace imprescindible un cambio de paradigma del negocio constructivo. Los métodos de edificación que antes se utilizaban basados sólo en la rentabilidad económica se tiene que adaptar a las nuevas necesidades, pero como en todo cambio surgen oportunidades para aquellas empresas constructoras que sepan ver esos cambios” agrega Marengo.

La coordinadora del Centro de Estudios de Residuos Sólidos de la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO, Irma Teresa Mercante, dijo que la mayor debilidad de Mendoza es la falta de datos, de indicadores que consideró esenciales para tomar decisiones, como la cantidad de materiales, el consumo energético o los residuos por metro cuadrado que genera una obra, entre otros aspectos.

Los profesionales coinciden que para avanzar en construcción sostenible es necesario una coalición de actores y estrategias es decir que los gobiernos unifiquen criterios obligatorios de eficiencia energética en la construcción a lo largo de todo el ciclo de vida útil y que el sector privado aumente su inversión para lograr obras sostenibles. Además que todos los sectores involucrados en la construcción aporten innovación en cuanto a materiales y procesos para bajar las emisiones, y que se brinden incentivos y financiamiento, no solo para quienes concreten proyectos, sino también para los consumidores que opten por comprar materiales y artefactos de menor consumo.