José Canderolo, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción Delegación Mendoza, en una charla con Red Edificar evaluó al sector en el contexto macroeconómico y social del país.

Por Carla Luna. Prensa Red Edificar 

En el marco del blanqueo de capitales para la construcción, consultamos a José Canderolo, presidente de Cámara Argentina de la Construcción Delegación Mendoza, quien apoya las medidas tomadas por el Gobierno Nacional, aunque aseguró que “las condiciones actuales no son propicias para lograr la reactivación. Es necesario que se recupere el poder adquisitivo de la gente y que se consolide el programa del gobierno en el tiempo, logrando objetivos como la baja de la inflación y tasas y que se recuperen los salarios. Entendemos que será muy difícil para lo que resta del 2024”.

RE: ¿Como está Mendoza en este escenario?

JC: Hay una inflación fuerte en dólares y Mendoza no es ajena. El sector privado está destruido. Muchas obras detenidas. Las nacionales están completamente estancadas, salvo algunas pocas que están reactivadas tras la negociación provincial. Pero, más allá de las negociones entre Provincia y Nación (que son negociones que demora), Mendoza tiene muchas obras con fondos nacionales, las cuales no solo están paradas, sino también sin cobrar hace meses.

En Mendoza, la obra pública que estaba en marcha, continúa a un ritmo más bajo. Eso permite que las empresas puedan seguir trabajando y mantener sus estructuras. Se han perdido muchos puestos de trabajo, pero en Mendoza había bastante obra pública provincial y se sigue ejecutando.

“Si el país no empieza a funcionar y se pone en marcha, es compleja la reactivación”

RE: De acuerdo al INDEC a nivel nacional se han perdido 170.000 puestos de trabajo registrados.  ¿Cómo logra reponerse el sector?

JC: La caída ha sido del 16%. Por cada puesto de trabajo registrado hay uno indirecto, además del trabajo informal en la construcción que es otro tanto. Cuando suman los indirectos, los no registrados y los registrados, el número se hace importante.

El sector nunca había caído tanto. Todos se están achicando. Los proveedores de la construcción manifiestan estar achicando sus costos fijos, reduciendo personal y sostenerse, en muchos casos, con el stock de reserva. La inflación recién ahora se ve reflejada en los materiales de la construcción, pero los costos se fueron muy altos.

RE: ¿Cómo hacen frente al desempleo en el sector?

JC: La construcción tiene un fondo de desempleo que la gente puede acceder, que solo es unos meses. Las empresas depositan todos los meses un 12% en un fondo que permite sostener la acción propia del sector que es pasar de una obra a otra. Brinda asistencia por un corto plazo con la intención de volver a sistema de trabajo.

Asimismo, hay mucha informalidad en el sector. Emprendimientos privados chicos, barrios privados, y demás se hacen con mano de obra informal y deberían existir más controles. En nuestro sector hay más trabajo informal que registrado y para buscar empleados en obra pública es un problema porque no quieren trabajar bajo el régimen de la UCRA.

RE: ¿Los paquetes de leyes del gobierno de Milei favorecen al sector?

JC: Revertir esta situación, llevará tiempo, junto a una decisión política muy fuerte para que comience a cambiar. La flexibilización laboral dentro de la Ley Bases, será un punto clave. Si se reactiva la economía habrá mejor calidad de trabajo.

Las leyes laborales de Argentina hacen que cada vez sea más precario el trabajo. El paquete haría un cambio, pero solo se podrá visualizar en el tiempo.

Además, hay otra problemática recurrente en Argentina. En el momento de tomar un préstamo, el 80% de la gente que puede pagar un crédito que vale un alquiler, no puede hacerlo porque no tiene su salario completamente en blanco, entonces a la hora de ser evaluados por un banco, limita el acceso al crédito. Otro tema crítico es el acceso a crédito en pozo. Antes de los 90 con el Hipotecario te daban crédito en pozo, ahora eso no sucede.

RE: ¿Hay expectativas con el cambio?

JC: No siempre estamos de acuerdo con las medidas de este gobierno, pero lo cierto es que no había forma de seguir. Países vecinos con una política de Estado similar a la planteada han logrado crecimiento con mejor poder adquisitivo y líneas de crédito. Hay mucho para copiar a los vecinos. No hay que ir tan lejos para ver otra realidad.

Lo peor que nos puede pasar es la inflación, sobre todo para las personas de menores recursos que son las más perjudica.